En
cuanto al carácter del coatí, durante su etapa de crecimiento, es bastante
tranquilo y adorable, sin embargo, cuando alcanza la madurez sexual y se vuelve
adulto, su comportamiento cambia por completo y se convierte en un animal
arisco, agresivo e incluso violento.
Es una
especie sociable y vive en manadas de hasta 25 individuos. La mayoría del grupo
serán hembras emparentadas, mientras que los machos permanecerán en el grupo
durante su juventud, y en la etapa adulta solo volverán para reproducirse.
Además
de esto, el Coatí es un animal muy astuto e inteligente, cuando se ven
perseguidos, saben cuidarse muy bien. Escapan a sus escondrijos en los árboles
o se valen de una estratagema: al oír el sonido de un disparo o de palmadas,
todos se tiran al suelo y se hacen los muertos.
Esta singular reacción en su comportamiento, la
utilizan para atacar por sorpresa a sus depredadores e incluso no llegar a
dudar en atacar al humano. Para ello, se valen de sus poderosos y afilados
colmillos y garras que se encuentran afiladas como cuchillas
Normalmente,
existen vigías en el grupo que patrullan su territorio en busca de depredadores
como el jaguar; y si descubren algún peligro, alertarán al resto del grupo. Son
animales que se guían principalmente por el olfato y rastrean todo el rato
gracias a su alargado hocico. Tienen glándulas de olor en sus cuellos y vientres que se utilizan para
marcar el territorio y reconocerse unos a otros.
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